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¿Cómo regular y gestionar las emociones en la experiencia diaria?

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Las emociones son respuestas psicológicas y fisiológicas a diferentes estímulos que experimentamos diariamente. Pueden ser agradables, como la alegría o el amor, o desagradables, como el miedo o la tristeza. Son una parte esencial de nuestra vida, ya que influyen en cómo relacionarnos con el mundo, en nuestras decisiones y en la forma en que percibimos las situaciones que enfrentamos.

“No existen las emociones buenas o malas, pero si son adaptativas, significa que nos ayudan de alguna manera a adaptarnos a distintas situaciones. Esto ha ocurrido desde la evolución del hombre. Es más, las emociones nos han ayudado muchas veces a tener esa oportunidad de evolucionar por encima digamos de otras especies”, afirmó el Lic. Marco Huamán Villegas, coordinador del Servicio de Consejería Psicológica de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en el  programa Cayetanamente, emitido por Cayetano+ y conducido por la Dra. Dany Araujo.

El miedo es una de las emociones más básicas y primordiales del ser humano, y desempeña un papel crucial en la evolución de nuestra especie. Aunque es una emoción desagradable, tiene una función adaptativa importante, como  buscar protección ante el peligro y aumentar las posibilidades de supervivencia. “Al igual que la cólera, por ejemplo, uno puede sentir molestia al ver algún maltrato de un niño, entonces el individuo busca proteger a este pequeño, esa emoción nos ayuda muchas veces a la búsqueda de justicia y a proteger a las personas que vemos vulnerables en el entorno cuando hay ese tipo de situaciones”, añadió el Lic. Huamán Villegas.

Factores que influyen en la generación de emociones

Las emociones no dependen únicamente del estímulo en sí, sino que también están influenciadas por múltiples factores que modulan cómo reaccionamos emocionalmente ante diversas situaciones:

  • Experiencias pasadas: Los recuerdos y vivencias juegan un papel importante en cómo respondemos emocionalmente a los estímulos. Si hemos tenido experiencias negativas en el pasado, es probable que desarrollemos miedo o ansiedad ante situaciones similares.
  • Contexto social y cultural: La cultura y el entorno social determinan cómo interpretamos y expresamos nuestras emociones. En algunas culturas, emociones como la ira o el llanto se expresan abiertamente, mientras que en otras pueden reprimirse o considerarse inapropiadas.
  • Estado físico y mental: El cansancio, el estrés, o la salud física también pueden afectar nuestra respuesta emocional. Una persona agotada o enferma puede ser más propensa a experimentar emociones negativas como la irritabilidad o el mal humor.

¿Cómo regular y gestionar las emociones?

El Lic. Marco Huamán señala que “tiene que ver mucho con el autoconocimiento que es la mejor manera de que una persona pueda tener una mejor gestión de las emociones y, de alguna manera poder lograr un mayor éxito personal que es el autoconocimiento. Si uno es consciente de ciertas debilidades personales tiene que saber cuidarse en el entorno y eso es muy importante”, indicó.

La importancia de la regulación emocional

Regular las emociones no significa suprimirlas o evitarlas, sino aprender a manejarlas de manera que no interfieran negativamente en nuestra vida. La regulación emocional implica la capacidad de responder de forma adecuada a las emociones, modificarlas si es necesario y expresarlas de manera constructiva. Ello es fundamental para mantener el bienestar psicológico, tomar decisiones más racionales, establecer relaciones saludables, y reducir el estrés y la ansiedad.

En resumen, las emociones son una parte inevitable y valiosa de la experiencia diaria en el ámbito social. Regularlas no significa reprimirlas, sino aprender a gestionarlas de manera saludable para que no interfieran negativamente en nuestra vida. Desarrollar la autoconciencia emocional, aceptar nuestras emociones, reestructurar nuestros pensamientos y aplicar técnicas de relajación son pasos esenciales para alcanzar una regulación emocional efectiva, concluyó el especialista.