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Cayetano Heredia fortalece la red internacional Reclone con apoyo de la fundación Chan Zuckerberg Initiative

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El Dr. Daniel Guerra Giraldez, representante de Cayetano Heredia en el proyecto, conversó con Cayetano 360.

Reclone, una colaboración global para el acceso equitativo a la biotecnología, obtuvo financiamiento por dos años de The Chan Zuckerberg Initiative (CZI), la fundación del creador de Facebook, Mark Zuckerberg, y su esposa, Priscilla Chan.

Con este apoyo, el proyecto iniciará fortaleciendo su presencia en Latinoamérica mediante un hub regional en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), en Mendoza, Argentina, y dos nodos: uno en la Pontificia Universidad Católica de Chile y otro en la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

Para conocer más sobre este evento, Cayetano 360 conversó con el representante de nuestra universidad en el proyecto, el Dr. Daniel Guerra Giraldez, docente, investigador y coordinador del Laboratorio de Moléculas Individuales.

Pregunta (P): ¿Qué es Reclone?
Respuesta (R): Citando textualmente, Reclone es una red de colaboración de reactivos, enfocada en el acceso equitativo a la biotecnología. Una de las principales limitaciones en investigación y desarrollo en biología molecular y biotecnología es el acceso a enzimas y otras proteínas. Estos “reactivos biológicos” son costosos: típicamente pagamos entre 1.7 y 3 veces el precio internacional. Además, su calidad es irregular; aunque están garantizados en países de origen como EE. UU. y Europa, las demoras en importación frecuentemente afectan la cadena de frío, lo que reduce su actividad específica o los deja completamente inactivos.

Estos problemas son ampliamente conocidos en países en desarrollo. Nuestro mercado es demasiado pequeño para justificar la producción comercial de estos insumos destinados a la investigación y servicios biotecnológicos. La respuesta de Reclone es unir laboratorios universitarios como alternativa de producción local. Por ejemplo, hace 10 años produjimos ADN polimerasa en mi laboratorio. Con un litro de cultivo y purificación en dos columnas de cromatografía, en una semana de trabajo obtuvimos suficiente enzima para no volver a comprarla.

Me emociona pensar que muchas iniciativas actualmente limitadas podrán avanzar con este enfoque.

P: ¿Cómo se formó el equipo internacional?
R:
La Dra. Jenny Molloy, de la Universidad de Cambridge, ha trabajado durante años en África y Latinoamérica para formar esta red. En 2018 nos conocimos y me uní a Reclone. Durante la pandemia, junto a la Dra. Mónica Pajuelo, del Laboratorio de Microbiología Molecular de los Laboratorios de Investigación y Desarrollo (LID) de la Facultad de Ciencias e Ingeniería, participamos en un proyecto binacional para desarrollar pruebas diagnósticas basadas en reactivos biológicos producidos localmente. Colaborar con los Dres. Fernán Federici y César Díaz, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, nos integró aún más a la red Reclone.

El Dr. Daniel Guerra Giraldez lidera el Laboratorio de Moléculas Individuales.

P: ¿Qué papel juega Cayetano Heredia en Reclone?
R: Mi laboratorio es el nodo de Perú en la red. Conservamos una colección de genes que codifican enzimas y otras proteínas útiles para investigación, desarrollo y servicios biotecnológicos. Contribuimos mejorando los protocolos de purificación y control de calidad de las enzimas producidas en los laboratorios de la red, además de trabajar en mejoras en las cepas de producción.

Nuestra misión, como parte del compromiso con CZI, es servir al menos a 10 laboratorios en el Perú. Desde mi laboratorio colaboramos estrechamente con el Dr. Marco Rivera, de la Universidad Nacional de Cajamarca, y con el Dr. Juan Carlos Castro, de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana. Ambos tienen el potencial de ser nodos en sus regiones, proveyendo enzimas y entrenamiento a investigadores locales.

P: ¿Cómo fue el proceso para postular a los fondos de CZI?
R: La Dra. María Teresa Damiani, de la UNCuyo en Mendoza, Argentina, lideró la postulación. Nos reunimos en Mendoza a fines de 2022, junto con los Dres. Mónica Pajuelo, Fernán Federici, César Díaz y Jenny Molloy, cuando en la UNCuyo se inauguraba el repositorio institucional de cepas y plásmidos. Esa reunión fue clave, pues generó la confianza necesaria para mantener una comunicación constante.

La convocatoria de CZI, “Accelerating Open Biomedical Research in Latin America”, se abrió en marzo de este año. Nos solicitaron información por escrito y una serie de entrevistas a partir de mayo. La selección fue muy competitiva debido a la participación de numerosos candidatos de diversos países.

P: ¿Qué significa esto para la comunidad científica del Perú y la región?
R: Sabemos que muchas oportunidades en investigación y desarrollo se pierden debido a la falta de condiciones adecuadas. El acceso a reactivos biológicos confiables es una de esas condiciones esenciales. En el ámbito del diagnóstico clínico, esto es evidente: la falta de autonomía se debe principalmente a la carencia de proteínas y enzimas locales de calidad.

Además, en campos como el monitoreo y la remediación ambiental, existe una mayor distancia con las herramientas de biología molecular, y nuestra contribución busca reducir esa brecha. Al eliminar estas limitaciones, los investigadores latinoamericanos podrán resolver más incógnitas, comprender mejor nuestros problemas y ofrecer soluciones autónomas y efectivas.