Cáncer y alimentación: beneficios de mantener una dieta saludable en el tratamiento
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La alimentación saludable desempeña un papel fundamental en el tratamiento contra el cáncer, ya que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico al proporcionar los nutrientes necesarios para combatir infecciones, mantener un peso adecuado, evitar la pérdida de masa muscular y prevenir la desnutrición. Además, contribuye a reducir los efectos secundarios de tratamientos como la radioterapia y la quimioterapia.
La importancia de una intervención nutricional temprana
La Mag. Claudia Rodríguez, nutricionista oncológica, explicó durante el programa Tu salud en Cayetano+, conducido por el Dr. Leslie Soto, que el estado nutricional de los pacientes oncológicos es crucial para su capacidad de tolerar los tratamientos.
«Muchos pacientes llegan con pérdidas de peso significativas, entonces ello da la pauta de qué tanto van a tolerar un tratamiento oncológico. Desde el primer momento tenemos que identificar qué paciente está con riesgo o con un grado de desnutrición muy severo y hacer una intervención adecuada para que pueda iniciarse la radioterapia o quimio, procesos agresivos que de todas maneras van a tener algún efecto, principalmente los impactos nutricionales que son los que más nos preocupan», señaló la especialista.
¿Cómo debe ser la alimentación de un paciente oncológico?
La Mag. Rodríguez enfatizó que no todos los pacientes oncológicos pueden seguir la misma dieta, ya que las necesidades nutricionales varían según el tipo de cáncer, el tratamiento recibido y el estado general de salud. Sin embargo, existen lineamientos generales sobre los alimentos recomendados y los que deben evitarse.
«Debemos ser muy cuidadosos con las restricciones que tenemos en el paciente con cáncer, a veces lo llenamos de restricciones y más bien lo ponemos en un riesgo de desnutrición. Pero sí existen algunas cosas muy puntuales que ya hay evidencia que se deben retirar de su consumo hábitos nocivos como el tabaco y alcohol», afirmó.
En ese sentido, destacó que “el alcohol en ninguna dosis es seguro. Incluso la Asociación Americana del Corazón dice muy claro que no lo recomienda en esas situaciones porque el daño es superior al beneficio, uno de esos daños es justamente el tema oncológico”.
Alimentos recomendados y a evitar
Entre los alimentos beneficiosos para los pacientes con cáncer se encuentran las frutas y verduras ricas en antioxidantes, vitaminas y fibra; proteínas magras como pollo, pescado y huevos; grasas saludables como las presentes en la palta y nueces; y cereales integrales. También se recomiendan líquidos y sopas claras para mantener una buena hidratación.
Por otro lado, es importante evitar alimentos ultra procesados ricos en grasas trans y azucares añadidos, ya que su consumo se asocia con un mayor riesgo de enfermedades oncológicas y otras condiciones como el sobrepeso y la obesidad.
Beneficios adicionales de una dieta saludable
“Entonces debemos prevenir que haya otra enfermedad oncológica y qué mejor que cuidarlo desde ese punto de vista. Si yo tengo un exceso de azúcares estoy en riesgo de tener sobrepeso y obesidad, y esas son condiciones que también están asociadas a una lista larga de patologías oncológicas”, argumentó.
El paciente oncológico no necesariamente tiene prohibiciones estrictas, pero su dieta debe adaptarse cuidadosamente a su situación individual. Es fundamental trabajar con un nutricionista especializado en oncología para diseñar un plan alimenticio seguro y eficaz. Esto asegura que el paciente reciba los nutrientes necesarios mientras se minimizan los riesgos y efectos secundarios.
Una dieta equilibrada no solo ayuda durante el tratamiento, sino que también mejora la recuperación y cicatrización, gracias a nutrientes como proteínas, grasas saludables, zinc y vitamina C. Además, contribuye a la calidad de vida, al aumentar los niveles de energía, mejorar el estado de ánimo y promover el bienestar general.
Además, es una forma de prevención de complicaciones a largo plazo. Debemos tener en cuenta que, tras el tratamiento, una dieta equilibrada puede ayudar a reducir el riesgo de recurrencia del cáncer y prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares, que son comunes en algunos sobrevivientes de cáncer.