Cayetano+ | Depresión perinatal: qué es, cómo afecta al bebé y cómo tratarla a tiempo
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“Ser madre es realmente una etapa maravillosa que todas las mujeres esperamos y que llena nuestra felicidad. Sin embargo, cuando ya tenemos a nuestro hijo, ocurre a veces una falta de conexión con él o sentimos que no tenemos suficiente autonomía para poder criarlo. Estamos desanimadas frente a este rol, y lo que puede estar sucediendo es una depresión postparto”, reflexionó la Dra. Dany Araujo, conductora del programa Cayetanamente emitido en Cayetano+, quien conversó con la Dra. Alejandra Arosemena, médica psiquiatra, para profundizar en este tema relevante de la salud mental.
¿Qué es la depresión perinatal?
La depresión posparto (también conocida como depresión postnatal) es un trastorno del estado de ánimo que puede afectar a las mujeres después de dar a luz, generalmente dentro de las primeras semanas o meses del postparto, aunque en algunos casos puede desarrollarse hasta un año después del parto.
La Dra. Arosemena explicó que actualmente se prefiere el término “depresión perinatal”, ya que abarca tanto el embarazo como el primer año después del parto. “Cuando hablamos de depresión perinatal, nos referimos a un cuadro de tristeza persistente durante más de dos semanas, de otros síntomas como disminución de la capacidad para sentir placer, cambios en el sueño y en la percepción de uno mismo, sentimientos de inutilidad, irritabilidad y alteraciones en el apetito, entre otras molestias”.
La especialista destacó que durante la depresión perinatal, las mujeres pueden experimentar un sentimiento profundo de no ser suficientes o de no estar hechas para la maternidad. Esto no solo afecta la autoestima, sino también la capacidad de disfrutar y vincularse con el bebé, lo cual refuerza el círculo de culpa, vergüenza y tristeza.
Definitivamente, “afecta también su capacidad de tomar decisiones… Cuando una madre es afectada por una depresión perinatal puede ver afectada en gran medida su capacidad para el cuidado de su hijo», añadió.
Factores que predisponen a la depresión perinatal
La Dra. Arosemena señaló que existen diversos factores de riesgo que pueden predisponer a esta condición, como haber tenido episodios depresivos previos, tener un bebé con alguna discapacidad que requiera mayores cuidados, o haber vivido situaciones traumáticas o de violencia. Estos elementos pueden aumentar significativamente la posibilidad de desarrollar la enfermedad.
Además, subrayó que otros factores incluyen antecedentes de problemas previos de salud mental, causas biológicas, falta de apoyo, experiencias difíciles durante la infancia, abusos, baja autoestima, condiciones de vida estresantes y eventos importantes o desestabilizadores.
Es fundamental recordar que la depresión perinatal puede tener efectos significativos tanto en la madre como en el bebé.
Impacto en la madre:
- Dificultad para vincularse con el bebé
- Cansancio extremo y falta de motivación, lo que dificulta el autocuidado y el cuidado del recién nacido
- Culpa, ansiedad y pensamientos negativos persistentes
- Problemas en la pareja y el entorno familiar
- Riesgo de desarrollar depresión crónica si no se trata a tiempo
Impacto en el bebé:
- Problemas en el desarrollo emocional y social, afectando la capacidad para establecer vínculos seguros
- Retrasos en el desarrollo cognitivo y del lenguaje
- Mayor irritabilidad o problemas del sueño
- Mayor riesgo de problemas conductuales en la infancia
¿Se puede prevenir la depresión perinatal?
Aunque no siempre es posible prevenirla por completo, existen maneras de reducir significativamente el riesgo o atenuar su impacto si aparece. Es clave aplicar estrategias preventivas.
Entre ellas se recomienda:
- Cuidar la salud mental antes y durante el embarazo
- Consultar con un especialista si ha habido antecedentes de depresión o ansiedad
- Construir y mantener una red de apoyo emocional
- Hablar abiertamente sobre las emociones; no es saludable guardar miedos o angustias
- Dormir bien y cuidar el cuerpo
- Practicar ejercicio moderado para mejorar el estado de ánimo
- Tener expectativas realistas sobre la maternidad
- Prepararse en pareja (si la hay)
- Buscar ayuda profesional ante las primeras señales de malestar emocional
Importancia de la intervención psicológica y psiquiátrica
La intervención psicológica y psiquiátrica es fundamental para garantizar el bienestar tanto de la madre como del bebé durante esta etapa vulnerable de la vida, marcada por cambios hormonales, emocionales, físicos y sociales.
“Tiene muchísima importancia porque podemos hacer que esta persona recupere la capacidad para controlar sus pensamientos, sus emociones y para funcionar adecuadamente tanto para el cuidado de sí misma como para el cuidado del bebé. En los casos leves podemos optar a veces por un tratamiento psicológico, y en los casos severos usualmente se requiere de una intervención farmacológica. Afortunadamente, contamos con medicamentos bien estudiados que han demostrado ser seguros que no interfieren con la lactancia ni afectan el bienestar de la madre», concluyó la Dra. Arosemena.