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Camila Zamora-Vega, egresada de Cayetano Heredia, presenta al mundo al Piscogavialis laberintoensis, un fósil que cambia la historia

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Camila Zamora-Vega descubre en Ocucaje la clave de un misterio evolutivo de los cocodrilos.

Con apenas 25 años, la paleontóloga peruana Camila Zamora-Vega ya comienza a destacar en el campo científico. Su más reciente investigación, publicada en la prestigiosa revista Biology Letters, describe a Piscogavialis laberintoensis, una nueva especie de cocodrilo marino descubierta en el desierto de Ocucaje (Ica), y aporta respuestas a uno de los enigmas más debatidos sobre la evolución de los gaviales, los cocodrilos de hocico alargado.

El fósil –conservado de manera excepcional y colectado en la Formación Pisco– data de hace aproximadamente 12 millones de años. Con un tamaño de entre 5.5 y 6 metros de longitud, este reptil convivió en los mares del Mioceno con otras especies de cocodrilos de hocico largo que también habitaron la costa peruana.

“Este descubrimiento nos permite mirar con nuevos ojos la evolución de los gaviales y entender mejor cómo se diversificaron los cocodrilos de rostro estrecho en distintas partes del mundo”, explicó la Mag. Zamora-Vega.

Fotos y gráficos anatómicos del Piscogavialis laberintoensis en diferentes vistas y comparación con el Piscogavialis jugaliperforatus (d).

Un hallazgo singular en el corazón de Ocucaje

El material fósil –que incluye cráneos de más de un metro de longitud, mandíbulas completas, vértebras y osteodermos– fue hallado en la zona conocida como Laberinto, de donde proviene el nombre de la nueva especie. Estos restos, colectados en expediciones realizadas en 2020 y 2023, permitieron reconstruir con gran detalle la anatomía del animal.

“Contar con dos especímenes tan completos es un privilegio poco común en paleontología”, comentó la investigadora. Gracias a ello, fue posible reconocer rasgos que no suelen preservarse en otros fósiles y realizar comparaciones que aclaran relaciones evolutivas hasta ahora confusas.

El impacto científico

El estudio demuestra que los gaviales actuales –como el gavial de la India y el falso gavial de Malasia— se remontan a un ancestro mucho más antiguo de lo que se pensaba, originado hace 55 millones de años. Asimismo, descartó que otros cocodrilos de rostro largo, como los toracosaurios del periodo de los dinosaurios, formen parte de este linaje, revelando que el hocico alargado surgió en diferentes momentos de la evolución.

“Una sola especie descubierta en el Perú puede tener un impacto global en la forma como entendemos a todo un grupo de reptiles”, subrayó Zamora-Vega.

Los paleontólogos Rodolfo Salas y Camila Zamora, junto al técnico Walter Aguirre, preparándose para colectar restos poscraneales del Piscogavialis laberintoensis. Créditos: Patricia Carrasco.

La tercera especie de gavial marino en el Perú

El Piscogavialis laberintoensis es la tercera especie de cocodrilo marino de hocico estrecho identificada en la Formación Pisco. Su coexistencia con Sacacosuchus cordovai y Piscogavialis jugaliperforatus sugiere que las aguas de la costa peruana en el Mioceno eran ecosistemas altamente productivos, capaces de sostener a varios depredadores de gran tamaño.

Una joven promesa de la paleontología peruana

Camila Zamora-Vega estudió Biología en nuestra universidad y obtuvo una maestría en Zoología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Su acercamiento a la paleontología comenzó en el Laboratorio de Paleontología y Evolución de Vertebrados, bajo la mentoría del investigador Rodolfo Salas-Gismondi.

Ha participado en expediciones a Ocucaje, Sacaco (Arequipa) y el desierto de la Tatacoa (Colombia), donde fortaleció su experiencia en campo. Para ella, la paleontología no solo significa descubrir especies nuevas, sino también visibilizar la importancia de proteger los yacimientos fósiles del Perú.

“Cada hallazgo nos permite reconstruir el ecosistema del pasado y entender cómo estos animales evolucionaron. Lo que encontramos en el Perú tiene implicancias que van mucho más allá de nuestras fronteras”, afirmó con entusiasmo.

Camila Zamora-Vega tiene 25 años.

Ciencia con sello peruano

Los fósiles del Piscogavialis laberintoensis, eje de la tesis de maestría de Zamora-Vega, forman ahora parte de la colección permanente del Museo de Historia Natural de la UNMSM, asegurando su preservación para futuras generaciones de científicos.

Con este aporte, la joven investigadora consolida el rol del Perú como un territorio clave para la paleontología mundial y demuestra que desde nuestras costas es posible aportar respuestas a debates científicos de escala global.