Pensamiento computacional: De qué trata y cómo podemos desarrollarlo

El pensamiento computacional es una importante innovación aplicada en las aulas de educación, donde se recurre a un conjunto de habilidades y procesos mentales que son fundamentales en la resolución de problemas de manera efectiva, utilizando conceptos y métodos tomados de la informática. Esta metodología recurre a nuevas formas de enseñar y aprender, tanto para alumnos como profesores.

“Como en toda disciplina o profesión, siempre hay una serie de metodologías, de técnicas y de formas de trabajar, que luego uno percibe que son aplicables en el entorno educativo. Además, en el mundo en el que nos encontramos sabemos que la tecnología está llenando prácticamente todos los espacios”, señaló el ingeniero Hugo Vizcarra, coordinador en el Proyecto STEAM de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de Cayetano Heredia, en una entrevista en Radio Nacional.

El aprendizaje del pensamiento computacional implica descomponer problemas complejos en partes más manejables, identificar patrones, abstraer detalles irrelevantes y diseñar algoritmos efectivos. Estas habilidades son indispensables para abordar una amplia gama de desafíos en diversas áreas, desde la informática hasta la vida cotidiana.

“En los próximos años todo profesional debe tener nociones de cómo funciona la tecnología, automatización, inteligencia artificial, programación, informática, porque en todas las áreas, disciplinas y profesiones estarán inmersas en esto. Entonces necesitamos que nuestros estudiantes, que dirigirán en el futuro, tengan un pensamiento que conecte con el pensamiento computacional para poder enfrentar los problemas, como cuando uno resuelve un problema a través de la informática”. En sí, es un aprendizaje necesario, añadió el ingeniero Hugo Vizcarra.

En este tiempo se vive una era digital en la que la tecnología desempeña un papel cada vez más importante en todas las áreas. El pensamiento computacional equipa a las personas con habilidades esenciales para comprender y utilizar la tecnología de manera efectiva en su vida personal y profesional.

Este enfoque de pensamiento computacional implica lógica y precisión, pero también fomenta la creatividad al exigir a las personas que encuentren soluciones innovadoras a problemas complejos, promoviendo la experimentación y el pensamiento lateral, lo que puede resultar en soluciones únicas y originales.

“Para los estudiantes, el pensamiento computacional va a ser motivador y para los profesores requiere de una dedicación previa para entender cómo funciona. De ello, nos encargamos en la Facultad. Allí estamos trabajando con niños y adolescentes. Desde la primaria estamos tratando de introducir el pensamiento computacional y también en la secundaria. Con los maestros tenemos muchos espacios de capacitación para que puedan aplicarlos en sus áreas”, añadió.

El ingeniero Vizcarra recomendó que el aprendizaje de este enfoque también incluya a los padres, recurriendo a la cantidad de aplicaciones que pueden descargarse en los celulares para instruirse y, a la par, instruir a sus niños en el aprendizaje del pensamiento computacional.

“Creo que hay un rol importante que cumplir ahí: capacitar también a los padres para que usemos la tecnología, pero en búsqueda de una solución y no solo como una distracción”.

Otra de las bondades de este enfoque es mejorar la capacidad de colaboración al enseñar a las personas a comunicarse eficazmente, compartir ideas y trabajar juntas para resolver problemas complejos.

Se trata de formar a los nuevos ciudadanos para el futuro trabajo, sobre todo ahora con la creciente automatización y digitalización, que están con mayor frecuencia en las diversas áreas laborales. Las habilidades de pensamiento computacional son cada vez más demandadas por los empleadores.

En conclusión, el pensamiento computacional no solo prepara a los estudiantes  para futuras carreras, sino que también mejora su adaptabilidad y competitividad, aumentando sus perspectivas de empleo y preparando a las personas para tener éxito en una variedad de carreras.

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