¿Qué pasa con tu corazón en la altura? Descubre las claves para cuidar tu rendimiento en la montaña
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Cuando pensamos en las alturas del Perú, solemos imaginarnos paisajes imponentes, nevados y comunidades que han aprendido a vivir a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, detrás de esa adaptación natural existe un fenómeno fascinante: el corazón y el sistema circulatorio responden de manera distinta a la altura.
El Dr. Francisco Villafuerte, docente e investigador de nuestra universidad, lo explica con claridad: “La presión arterial no es la misma en la costa que en la sierra. Los valores que consideramos normales en Lima pueden no ser iguales en Cerro de Pasco o Juliaca”. Este hallazgo no es solo una curiosidad académica: tiene consecuencias directas en la forma en que diagnosticamos y prevenimos enfermedades cardiovasculares en millones de peruanos.
Nuestro especialista, recientemente nombrado editor senior de la prestigiosa revista científica Experimental Physiology, lleva más de una década estudiando los efectos de la hipoxia —la disminución del oxígeno disponible en el aire— sobre la fisiología humana. Su trabajo busca responder una pregunta clave: ¿qué sucede con el corazón en la altura y cómo influye en el riesgo de hipertensión y otras enfermedades?

El corazón en la altura: presión más baja, riesgos diferentes
El Proyecto Hikers, iniciado en 2011, fue pionero en evaluar la presión arterial en poblaciones a distintas altitudes. Su versión más reciente, Hiker Laps, se desarrolló en cuatro ciudades peruanas: Lima, Huancayo, Juliaca y Cerro de Pasco.
A diferencia de las mediciones tradicionales en consultorio, los investigadores emplearon tecnologías más avanzadas, como el monitoreo ambulatorio de 24 horas, que permitió detectar fenómenos invisibles para los métodos convencionales.
Uno de los hallazgos más relevantes fue la llamada “hipertensión enmascarada”, es decir, personas que presentan una presión normal en reposo, pero cuyos valores se elevan peligrosamente con actividades cotidianas. “Es como una presión escondida que solo se revela cuando la monitoreas de manera continua”, explica el Dr. Villafuerte en el programa Soy Cayetano, transmitido por Cayetano.plus y conducido por la Dra. Carla Gonzales.
Los resultados mostraron, además, que la presión arterial promedio es más baja en las poblaciones andinas. Esto abre un debate crucial: ¿deberían usarse los mismos parámetros de diagnóstico de hipertensión en la costa y en la sierra? “Quizás en altura lo normal sea tener una presión más baja, o tal vez esa diferencia le da al organismo un mayor rango de seguridad antes de llegar a niveles dañinos”, comenta el investigador.
La ciencia detrás del oxígeno
El corazón no trabaja solo: depende del oxígeno que transporta la sangre. En altura, el aire contiene menos oxígeno, lo que obliga al cuerpo a producir más glóbulos rojos mediante un proceso llamado eritropoyesis.
En el International Hypoxia Symposium 2025, realizado en Mérida, el Dr. Villafuerte presentó un análisis sobre cómo los altos niveles de hematocrito (la proporción de glóbulos rojos en la sangre) influyen en el riesgo cardiovascular. Aunque un mayor número de glóbulos ayuda a captar oxígeno, un exceso puede volver la sangre más viscosa y dificultar su circulación.
“Queremos entender si realmente esos valores altos son dañinos en todas las circunstancias, o si, en la altura, el organismo puede tolerarlos mejor”, explica.
Estas investigaciones muestran cómo la ciencia peruana está contribuyendo a redefinir los parámetros médicos a nivel internacional.
Síntomas y prevención: lo que debe saber la población
La hipertensión suele pasar desapercibida, pero puede dejar señales de advertencia. Dolor de cabeza persistente, mareos o zumbidos en los oídos pueden ser síntomas iniciales. Sin embargo, debido a su naturaleza inespecífica, la única forma confiable de detectarla es mediante controles periódicos o monitoreos prolongados.
El Dr. Villafuerte recuerda, además, que el riesgo cardiovascular no depende únicamente de la altitud. Factores como la alimentación, el sedentarismo y el consumo excesivo de comida procesada son cada vez más determinantes. “Hoy es muy fácil pedir comida rápida desde el celular, y eso tiene un impacto en la salud del corazón”, advierte.
Estilo de vida, inflamación y epigenética
Según nuestro especialista, muchas enfermedades cardiovasculares comparten un denominador común: la inflamación crónica. Esta puede originarse por obesidad, diabetes o una dieta poco saludable. Cuando los vasos sanguíneos se inflaman, el riesgo de infartos o accidentes cerebrovasculares aumenta considerablemente.
A ello se suma la epigenética, es decir, los cambios en la expresión de los genes influenciados por el entorno y la alimentación. “Podemos heredar hábitos saludables o poco saludables a nivel genético”, puntualiza el Dr. Villafuerte.
Ciencia peruana con impacto internacional
El reciente nombramiento del Dr. Villafuerte como editor senior de Experimental Physiology representa un reconocimiento no solo personal, sino también institucional. Su rol será impulsar investigaciones, coordinar revisiones y abrir espacios para estudios de países como el Perú, donde la altura ofrece un laboratorio natural único en el mundo.
“El trabajo científico no se limita al laboratorio. Implica gestionar proyectos, conseguir fondos, formar equipos y, sobre todo, comunicar resultados”, afirma el investigador.
Para él, la divulgación científica es tan importante como el descubrimiento: permite que la sociedad comprenda por qué la investigación es clave para mejorar la calidad de vida.
Desinformación y salud: el valor de la evidencia
El Dr. Villafuerte también advierte sobre la proliferación de consejos de salud en redes sociales que carecen de respaldado científico. “Las redes son herramientas poderosas para difundir información, pero también desinformación. Los profesionales de la salud debemos utilizarlas para acercar la ciencia a la gente”, enfatiza.
En un contexto en el que cada vez más jóvenes presentan problemas cardiovasculares, brindar información clara y confiable se convierte en una tarea esencial de salud pública.
El reto de investigar en el Perú
Hacer ciencia en el país no es sencillo: conseguir financiamiento, acceder a tecnología y coordinar equipos internacionales son desafíos constantes. No obstante, el Dr. Villafuerte destaca que el Perú ofrece ventajas únicas: “Hay fenómenos fisiológicos que solo podemos estudiar aquí, gracias a nuestra diversidad geográfica y cultural. Eso nos da un papel importante en la ciencia mundial”.
Conclusión
El corazón humano es un órgano resiliente, capaz de adaptarse a entornos tan extremos como los Andes peruanos. Pero esa adaptación no significa ausencia de riesgo. Las investigaciones lideradas por el Dr. Francisco Villafuerte están revelando cómo la altura modifica los parámetros del sistema cardiovascular y plantean nuevas preguntas sobre diagnóstico y la prevención de enfermedades.
Su labor como investigador, docente y editor internacional demuestra que el Perú no solo exporta café o minerales, sino también conocimiento científico. Una ciencia que late al ritmo del corazón en las alturas y que busca, en última instancia, proteger la salud de quienes habitan desde el nivel del mar hasta las cumbres más elevadas.